lunes, 24 de junio de 2013

Mi problema principal

¿Cómo decir adiós a las personas que te han cuidado desde que naciste, que te dieron la vida? ¿Cómo despedirte de todas aquellas personas que te hicieron sonreír incluso en los peores momentos? ¿Como pensar en todos los recuerdos que cada una de ellas te han dejado sin sentir un vacío inmenso en tu corazón? ¿Cómo dejar atrás una vida, una rutina que llevas siguiendo desde que tienes uso de razón sin que duela? ¿Debería emocionarme? ¿Debería sentirme orgullosa? Y si es así, ¿por qué duele tanto? Se supone que todo esto me debería causar una felicidad inmensa, y, en realidad lo hace, pero el dolor es mil veces mayor. Pienso una y otra vez en el momento de la despedida, en ese “adiós” que pensaba que tardaría mucho más tiempo en decir, y ¿sabes qué? Duele, duele mucho, me destroza por dentro. Cuando expreso mi tristeza ante esta peculiar situación me miran como si hubiese enloquecido. “Es la oportunidad de tu vida” “¡Solo serán 10 meses!” “piensa en todo lo que aprenderás, en la gente que conocerás” “Al menos podrás salir de aquí...” mensajes diversos inexpertos. No tienen ni idea de lo que es tener que despedirte de toda tu vida, tener que aplazar lo todo e ir a un lugar donde nadie te conoce, con un idioma, una cultura, una manera diferente de vivir. Ellos pierden a una compañera, a una amiga, a alguien con quien pasar el rato, nada más. Yo pierdo a mi padre, a mi madre, a mi hermana, familia en general, a mis amigos, compañeros, los pierdo a todos. No saben que es pensar en que puede que esta sea la última vez que veas a “fulanito”, la última vez que escuchas esa carcajada, el último abrazo que le das a una madre... Lo que duele saber que te perderás todos los cumpleaños, las navidades lejos de tu familia, el ver crecer a tu hermana pequeña, o lo mucho que echarás de menos las broncas con ella o las charlas que tu madre te repetía una y otra vez y que si se diese la oportunidad podrías repetir al pie de la letra, o simplemente las veces que tu padre te regaña por ser así de vaga o no recoger la habitación... Sus voces... lo mucho que extrañarás sus voces... Todo eso y mucho más, diez meses sin todo eso... Ahora imagina que te pasa a ti,duele ¿verdad? No voy a negar que también pasarán cosas buenas, eso espero, pero en los momentos de bajón ¿a quién tendré? Toda esa gente que me apoya día a día estará a miles de kilómetros de distancia, al otro lado de un gran océano, con muchas horas de diferencia... Ahora dime, después de leer todo esto ¿sigues creyendo que las lágrimas que derramo cada día son en vano?